Ay, ay, Zeltia de mis amores
cuanto sufro contigo
más que con mis dolores,
cuanto más te sigo
más me doy cuenta
que por ti vale la pena.
Cuanto bien puedes hacer
a quien padece algún doler
pero miro la acción
y no refleja tu buen hacer.
Ay, ay, Zeltia de mis amores
por ti lo daría todo
quedando hundido
hasta el codo.
Solo espero que algún día
tu potencial sea guía
para poder mostrar
tu gran altar de bien estar.
Ay, ay, Zeltia de mis amores
Yondelis es la esperanza
de mucha gente que avanza
gracias a su gran gesta.
Así como muchos otros,
que sin duda alguna,
serán futuros preceptos.
Nada más que comentar,
que con Zeltia me levanto
y con Zeltia descanso
hasta el siguiente adelanto.
Un saludo a todos desde
algún lugar, de un tal: Milano.